A pesar de que se han escrito numerosos libros y artículos sobre técnicas microfónicas, inexplicablemente continúa siendo un mundo oscuro lleno de incertidumbres en el que los "aparentemente más sabios" hablan de las posiciones microfónicas como una mezcla entre arte y magia y se muestran en ocasiones reacios a mostrarnos lo que parecen ser sus más íntimos secretos.
En mi opinión, creo que debemos dejarnos de tanto secretismo a la hora de plantear las diferentes técnicas y abordar este "arte" con la flexibilidad que conlleva la experimentación y la expresión sonora más creativa. En palabras de Eddie Kramer (productor/ingeniero de artistas como Jimi Hendrix, The Beatles, The Rolling Stones, Led Zeppelin, Kiss, Traffic, and The Kinks): "Para mí un micrófono es como el color que un pintor selecciona de su paleta. Tú escoges los colores que quieres utilizar".
El color de nuestra grabación estará condicionada, sin lugar a dudas, por los micrófonos que elijamos para llevarla a cabo y por la utilización que de éstos hagamos. Para ello deberemos tener en cuenta tanto las especificaciones técnicas de los micrófonos como las características sonoras de la fuentes que pretendamos grabar.
Por poner un ejemplo, la posición del micrófono respecto a la proyección sonora de cada instrumento hace que varíe de forma considerable la captación. Un micrófono situado en la caja de resonancia de una guitarra española captará una gran proporción de frecuencias graves. Lógicamente éste "cuerpo" se irá perdiendo a medida que el micrófono se vaya desplazando por el mástil hasta llegar al clavijero.
Otro aspecto a tener en cuenta será la proximidad o la distancia del micrófono a la fuente sonora. A medida que vayamos distanciando el micrófono de la fuente, irá aumentando la influencia de las reflexiones de la sala que se van sumando al sonido directo de la guitarra en este caso.
T.BONE SCT800 by Marco Juan de Dios
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